La vista
El color verde de la botella de Jameson Original no da lugar a dudas sobre el origen del whisky. De corte clásico, con su etiqueta color crema en medio. En el escudo podemos ver dos anclas, una estrella y un barco en la parte superior. En la parte inferior podemos leer “Sine metu”, que en gaélico significa “Sin miedo” y es el eslogan de la marca. También podemos ver la fecha de creación de la destilería: 1780.
En copa posee un color dorado intenso, con lágrimas débiles.
La nariz
Desprende un perfume suave, herbáceo. También detectaremos notas de vainilla y de caramelo.
El paladar
De cuerpo medio, Jameson Original posee sin embargo un gusto muy suave. Enseguida se notan las notas herbáceas y florales. Esto se hace particularmente evidente cuando se compara con un whisky escocés, y es una de las consecuencias del método de triple destilación irlandés.
También podremos degustar sabores ligeramente cítricos y de vainilla. Hay algo de madera de roble y miel, pero es muy, muy sutil.
El final
No posee un final especialmente largo, más bien medio tirando a corto. En este punto las notas herbáceas pierden peso y se hacen más importantes la vainilla y los sabores dulces.
Conclusión
Se trata de un whisky correcto, pero no mucho más. Según mi experiencia, sin embargo, Jameson Original es ideal para los que justo están empezando en el mundo del whisky y se echan atrás por la contundencia de su sabor.
En su gama es uno de los mejores whiskies para coctelería, es sencillo realizar mezclas por la neutralidad de su sabor. También es muy adecuado para tomar en verano, ya que resulta un whisky muy ligero y fresco.

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